Como os comenté, he terminado La belleza del caos. En aquella entrada hablaba del miedo que me daba no encontrar una historia que contar, el vacío que eso me produce. Y de pronto, en una noche de insomnio (tal y como llegó Margot a mi vida), surgió una idea. Me atrajo con su canto de sirena y yo caí en sus redes, encantada.
Pero ahora vuelvo a tener miedo. No solo porque temo que esta historia (de momento la he llamado "Proyecto Médicas") me quede grande, sino porque tengo que lidiar con dos historias al mismo tiempo: la corrección de La belleza del caos y la "construcción" del Proyecto Médicas.
En mis tiempos mozos (modo abuela batallitas on), esto no me habría supuesto ningún problema, pero he de reconocer que eso se debe a que la calidad de lo que escribo ha mejorado considerablemente con el paso del tiempo. Por eso tardo tanto en escribir y terminar las historias. Así que ahora la cuestión es si seré capaz de sacar ambas adelante o si alguna de ellas se perderá por el camino... O las dos.
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